Gastronomía | 4 de julio: lo que se cocina cuando la nostalgia huele a parrilla
Celebrar con sabor: el menú del 4 de julio y el poder de la comida que reconforta
Yo debo tener unas gotas de sangre norteamericana, porque me encantan varias de sus festividades y las celebro cuando puedo. Desde hace mucho tiempo no celebro el 4 de julio, pero recuerdo cuando fue la última vez. Fue en Caracas, en la embajada de Los Estados Unidos, cuando trabajaba en Kodak y éramos como el invitado estrella, nos encargábamos de la fotografía del evento.
Este 4 de julio no lo voy a celebrar en una terraza con fuegos artificiales, ni voy a comer costillas con salsa BBQ en cantidades cuestionables. Pero voy a hacer algo igual de importante: recordar.
Celebrar también es invocar sabores que nos marcaron, revivir con los sentidos. Y si me preguntan a qué sabe el 4 de julio, yo no dudo: comida al aire libre, maíz dulce con mantequilla, hamburguesas improvisadas, perros calientes y gente riendo.
Detrás del menú clásico del Día de la Independencia en Estados Unidos hay una gastronomía sencilla, sabrosa y cargada de emoción. Y hoy, en mi cocina italiana, quiero compartir con ustedes un pequeño viaje a través de sus platos clásicos.
Lo que se come (y lo que se siente)
Hamburguesas y perros calientes (Hot dogs)
Comida de reunión. De parque, jardín o azotea. No hay que complicarse: un pan, un relleno y alguien con quien compartirlo. A veces, la salud emocional empieza con una comida sin pretensiones y con mucho ketchup para los más puristas. Yo soy del equipo Perros calientes, aunque una buena hamburguesa, con otro tipo de pan que no sea el tradicional, me la comía de vez en cuando.
Costillas a la BBQ
(No es el día ni el artículo para venir a llorar cuando pienso en la carne y los corte de mi país, pero lloraré … perdón, hablaré de esto en otro momento)
Comerlas es una experiencia multisensorial: se pegan, gotean, se comen con las manos.
¿No es también un recordatorio de que está bien ensuciarse un poco y soltar el control de vez en cuando?
Miren esta belleza…
Ensalada de papas y baked beans
Siempre están ahí. No son las estrellas del plato, pero lo acompañan todo.
Como esas emociones que no hacen ruido, pero sostienen el día. En casa de una amiga, las papas con la cebolla y el perejil las hacían puré, y sobre ellas servían los frijoles.


Jojotos (Mazorca de maíz) a la parrilla
Dorados, mantequilloso, salpicado de sal. Sabe a verano, a infancia (y a Caracas).
¿Y si se permiten esta semana reconectar con el placer más simple? Comer algo con las manos, sin pensar en nada más. Si quieren leer más sobre el maravilloso acto de comer con las manos, les dejo el artículo que escribí en marzo.
Pie de manzana y helado
El final dulce que nunca falla.
Dicen que la nostalgia tiene aroma de canela. Yo agrego: y textura de hojaldre tibio.
Comer en comunidad: alimento también para el alma
Este tipo de celebraciones —con comidas tan emotivas— son un bálsamo emocional. No porque el plato sea perfecto, sino porque alimenta también desde lo invisible: la conversación, compartir historias, el sonido de los fuegos artificiales de fondo.
¿Y si este 4 de julio celebran a su manera, estén donde estén?
Aprovechen que es viernes. Pueden organizar su propio picnic mental, o físico, aunque sea con un solo plato, una copa de vino o una buena limonada casera.
Una receta con el espíritu del 4 de julio (pero con mi toque)
Ensalada tibia de papas con mostaza de Dijon y hierbas frescas
500 g de papas cocidas al vapor y cortadas en cubos
2 cucharadas de mostaza de Dijon
1 cucharadita de vinagre de manzana
Aceite de oliva extra virgen al gusto
Perejil, cebollino y romero frescos
Sal marina y pimienta negra
→ Mezclen todo en tibio, con delicadeza y con hambre. Es ideal para acompañar carnes a la parrilla o sola con un poco de pan. Las papas deben estar bien cocidas, pero sólidas como para aguantar la mezcla sin volverse puré.
Mis recomendados por si quieres celebrar en casa
Aquí les dejo algunas ideas por si quieren replicar un poquito ese espíritu americano del 4 de julio (o el fin de semana o un fin de semana del recién estrenado verano o invierno, depende de dónde estén).
Parrillera portátil para balcones o picnics (ideal para quienes no tienen jardín pero sí antojo). Para la Parrillera aquí
Termómetro digital para carnes (no más hamburguesas crudas por dentro). Para el Termómetro digital aquí
Libro de cocina americana casera: este libro fue escrito por el chef venezolano, Yvan D. Lemoine, radicado en Nueva York, y finalista de Food Network Star. Aunque es del año 2012, sus recetas no vencen. Para el Libro de cocina aquí
Moldes individuales para pies o muffins (más fáciles de repartir y cero drama al cortar). Estos me encantan porque son de silicona, reusables y viene en presentación de 48 unidades. Para los moldes para muffins aquí.
Vajilla de melamina retro, que no se rompe y queda divina en exteriores, y no corren el riesgo de que se rompan. Este color azul marino es bellísimo, pero tienen otras opciones. Para vajillas de melamina aquí.
Recuerden que si compran desde estos enlaces, apoyan este boletín sin ningún costo adicional. Gracias por estar aquí.
Hoy celebro sin fuegos artificiales, pero con gratitud. Porque incluso cuando estamos lejos, hay sabores que nos devuelven a casa.
Y ustedes, ¿a qué sabe su 4 de julio emocional?
¡Feliz 4 de julio! Que sus ritmos culinarios los lleven a lugares donde fueron muy felices. ¿Quieren saber más de estos ritmos? De eso hablé en el episodio pasado, el número 10.
Abrazos,
Cinzia