Boletín # 28 | El descanso vacacional. ¿Abre la puerta a la depresión o al bajón al volver a la rutina?
Sabores que levantan el ánimo, y cómo superar la depresión post-vacacional
Julio y agosto son meses para desconectar, ya sea en las playas de Málaga o Cancún, o en las nieves de Bariloche o Valle Nevado, o en mi querida Isla de Margarita. Pero las vacaciones también pueden abrir las puertas a dos pequeños infiernos internos ocultos tras un muro de contención llamado rutina: depresión vacacional o bajón emocional al regreso de vacaciones.
Esto no es casualidad, esto ocurre por no escuchar a nuestro cuerpo porque el estrés sostenido puede hacer estragos en nuestra salud física y mental de manera paulatina, hasta mostrarnos su peor rostro cuando ya es tarde.
Recuerdo que hace muchísimos años, la mamá de una compañera de la universidad decidió retirarse del bufete de abogados donde trabajó durante décadas a un ritmo de corredora de triatlones. No les miento. La señora se había graduado de abogado en edad adulta, sus hijos eran ya grandes cuando tomó el grado y a partir de allí no se detuvo.
Luego, en un momento extraño de su vida, y en un período muy corto, se hizo dos cirugías estéticas en una. Imaginen el estrés de su cuerpo. Después que se recuperó, se divorció, y después quiso “comenzar a vivir” lo que no había vivido. Le dio un accidente cerebro vascular, un ACV. Estuvo mucho tiempo complicada, hasta que su cuerpo no aguantó más y falleció. No recuerdo que edad tenía en ese momento, pero no creo que haya pasado de los 70 años, incluso podría decir que tenía menos.
Esta historia suena a telenovela de los años noventa, pero lamentablemente sucedió en la vida real y sigue pasando. Nos volcamos en una rutina peligrosa, y nos damos cuenta de que “algo está pasando” cuando es tarde. Aguantamos durante días, semanas o meses con el piloto automático puesto, cumplimos con todo lo que nos corresponde … y cuando por fin llega el descanso, el cuerpo colapsa.
Creo que esto se debe a que paramos todo de golpe. Es por esto que no deberíamos pasar una semana sin tomarnos un día para recargarnos, para descansar, para no hacer nada…
No esperen que lleguen las vacaciones. Preparen la mente y el cuerpo para el descanso, con pequeñas rutinas diarias como visitar a los amigos, reunirse para ver alguna película, salir a caminar sin el celular. Cocinar y compartir comidas saludables en entornos naturales, como la playa o la nieve, es una terapia poderosa.
Comida y familia contra la depresión vacacional
Las vacaciones pueden ser un torbellino emocional: la emoción inicial puede dar paso a la ansiedad por desconectarse del trabajo o tristeza al volver a la rutina. Según un estudio hecho el año pasado por una escuela de psicología española, el 60% de los trabajadores experimenta depresión post-vacacional. Otro estudio, de la Universidad de Oxford, (2020) muestra que comer al aire libre aumenta la oxitocina en un 20%, elevando el bienestar. Y aunque no es mi estudio, creo poderosamente en el contacto con la naturaleza para recuperar fuerzas, sobre todo mentales. Para ello, no es necesario salir a la montaña o la playa si no tienen cerca algunas de las dos opciones. Todas las ciudades del mundo, que yo sepa, tienen una vía de escape maravillosa: un parque. Pasear por un parque, sentarse en algún banco a observar la gente, los animales o la propia naturaleza es relajante para la mente y el cuerpo, así que siempre es una opción a mano para casi cualquier habitante de este planeta.
¿Y en qué nos puede beneficiar la comida? De muchas maneras, incluso agregando ciertos alimentos a la dieta diaria como el aguacate, que contiene magnesio, por lo tanto reduce la ansiedad; o las lentejas, que son una fuente de hierro excelente, calman el sistema nervioso. Además de la conexión emocional: comer en familia combate la soledad, un desencadenante de la depresión.
Y cuando regresen de vacaciones, continúen con algunos rituales y practíquenlos semanalmente, hasta integrarlos a sus rutinas, como cocinar un plato vacacional para revivir la alegría, planificar una salida corta al campo o un parque o un lago, para mantener la conexión con la naturaleza.
Buscar apoyo emocional es recomendable si sienten que hablar con un amigo o alguien que sea un buen oyente los libere de cierto peso interior.
El miércoles pasado salió el episodio #11, Alimentos que sí curan. En él hablo de ciertos mitos sobre algunos ingredientes o alimentos “milagrosos” y otros que no lo son. Si aún no lo han escuchado, les dejo aquí el enlace en Spotify:
Como saben, el viernes tengo una publicación semanal, sea un artículo o una muestra de fotografías que voy acumulando en mis salidas, pero esta semana hubo una “falla” en mi cerebro y salió el jueves. Me di cuenta tarde de que había programado mal la publicación. De todas maneras, aquí les dejo el enlace para que la vean. Allí les cuento que el miércoles en la noche hicimos una excursión nocturna y fue maravillosa. El clima ayudó mucho y la luna llena, que oficialmente se hacía llena el viernes, nos acompañó durante todo el camino.
Viernes que te quiero viernes | Imágenes que cuentan un recorrido
Viernes de relajo, de descanso o de fiesta… Disfrútenlo como quieran o como puedan. Yo estoy revisando y corrigiendo mi libro, pero mientras tanto me fui a una excursión nocturna, para ver la Torre di Coreca.
Antes de despedirme,
si este verano o la temporada que les toque disfrutar, los pilla más sensibles, más fuera de foco, más emocionales de lo habitual, no lo tomen como una falla. Tal vez sea justo la pausa que sus almas —y no solo sus cuerpos— necesitaban.
Tengan todos una feliz semana, y nos vemos el miércoles, en el último episodio de Al gusto y al dente. Será el episodio #12 y el final de la primera temporada. Hablaré de Fitness y Alimentación real, de todas las presiones que recibimos en las redes y algunos detalles más.
El episodio #13, que saldrá el 23 de julio, será para desearles unas felices vacaciones y compartir con todos ustedes qué ha pasado en estos meses con todo este hermoso trabajo… y lo que viene.
Con cariño,
Cinzia