Enero ya está por terminar, y no sé ustedes, pero siento que el año ahora sí arrancó de verdad. Hace unos días llamé a una amiga para desearle un Feliz Año, y terminamos hablando de esa sensación que, al parecer, es más común de lo que pensamos. Ella, que es terapeuta, me decía que las primeras semanas del año son como una transición: estamos entre los deseos que pedimos en diciembre y la vida real que empieza en enero. Y, claro, es un momento donde el futuro se ve más color de rosa que nunca. Después de unas risas, surgió una pregunta importante: ¿somos honestos con lo que realmente queremos lograr?
Veamos qué me comentó. El inicio del año siempre llega con una explosión de motivación. ¡Queremos hacerlo todo! Mejorar nuestra salud, crecer en nuestra carrera, ahorrar más o pasar más tiempo con la familia. Pero, seamos honestos, cuando llega el final de enero, muchas veces ese entusiasmo inicial choca con la realidad y los retos diarios. Aquí viene la pregunta clave: ¿Qué tan realistas son mis planes para este año?
Ella, como experta en bienestar dice que uno de los mayores errores es plantearnos metas abstractas o poco claras. Decir “quiero ser más saludable” o “quiero ahorrar” es válido, pero no basta. Si realmente quieres cumplir tus metas, necesitas desglosarlas en pasos pequeños y alcanzables.
He aquí algunos consejos para cumplirlas:
1. Hazlas súper claras y fáciles de medir. Por ejemplo, en lugar de decir “quiero hacer ejercicio”, di algo como: “voy a hacer 30 minutos de ejercicio tres veces por semana”.
2. Empieza de a poco. A veces queremos cambiar todo de golpe, pero los cambios sostenibles suelen ser graduales.
3. Revísalas constantemente. El final de cada mes es un gran momento para ajustar tus metas. Si no te funcionan, cámbialas sin culpa.
4. Céntrate en progresar, no en ser perfecto. Es normal que algunos días te salgas del camino. Lo importante es volver a intentarlo.
5. Rodéate de apoyo. Compartir tus metas con alguien puede ayudarte a mantenerte motivado.
6. Celebra los pequeños logros. Reconocer tus avances te da un empujón extra para seguir adelante.
El verdadero motor detrás de tus metas
¿Sabes cuál es el secreto para cumplir tus objetivos? Conectar con el “por qué” que hay detrás de ellos. No basta con decir que quieres lograr algo; es importante entender cómo ese logro te hará sentir o cambiará tu vida. Por ejemplo, si quieres hacer ejercicio, piensa en cómo eso mejorará tu energía y tu ánimo. Si buscas ahorrar, visualiza la tranquilidad o libertad que eso traerá. Este propósito profundo será el motor que te ayudará incluso en los días difíciles.
Dale un cierre poderoso a enero
En lugar de sentir que enero se fue volando, úsalo como un momento para reiniciar. Pregúntate:
¿Qué metas me apasionan de verdad?
¿Qué cambios pequeños puedo empezar esta semana?
¿Qué aprendí en estas semanas sobre lo que quiero para este año?
No hace falta que todo sea perfecto; lo único necesario es dar un paso, por pequeño que sea. Como dijo William James: “Actúa como si lo que haces marcara la diferencia. Porque lo hace”.