Boletín #22 | Viaja sin planificar, come, bebe, toma fotos y duerme
Fueron suficiente tres días de viaje no planificado para desconectarme de (casi) todo
Cada día me convenzo más, sobre todo después de la pandemia, que a veces planificar mucho no solo es una pérdida de tiempo (incluso si es una empresa), sino también es un trabajo inútil que entorpece la flexibilidad, una cualidad que deberíamos cultivar a diario.
Con esto no quiero decir que salgamos a la calle como lanzados a la deriva, porque en efecto, suelo ser bastante planificada y muy cuadrada para muchas tareas, pero este mini viaje de tres días (no hacía algo así desde que llegué a Italia) me sirvió para entender varias cosas.
La intensidad con la que se viven ciertas situaciones baja cuando sales del “terreno”.
Planificar mucho te puede volver una persona con poca curiosidad, por culpa de querer cuidar todos los detalles, que casi siempre resultan ser más tontos de lo que creemos.
Para salir de viaje por pocas horas, recorrer zonas que no conoces y disfrutar al máximo solo se necesita tener muchas ganas de hacerlo, más un cargador de batería del celular, más algunos euros, más un B&B decente donde dormir.
No llevar la laptop ni el manuscrito del libro para corregir en el camino es una solución para cuando las ganas locas de querer estar siempre ocupado se apoderan de la mente, como si el mundo se fuera a acabar si te tomas unas horas de descanso.
Y aquí estoy, mandando el boletín del domingo el lunes, 24 horas después.
Por dónde comenzamos
Comenzamos por Amantea, y nos tomó tres horas llegar a Ginosa, una ciudad de la Puglia. No conocía nada de esta región y me impactó la belleza natural de sus campos con la modernidad de las turbinas eólicas. Aunque es un pueblo pequeño, tenía de todo, empezando por sus bares y restaurantes de carne (aquí la carne de caballo es muy consumida).
Solo nos quedamos una noche en Ginosa y al día siguiente nos mudamos a Matera (en la región Basilicata) que era la finalidad del viaje: conocer una de las ciudades más antiguas aún habitadas, posiblemente después de Alepo (Siria) y Jericó (Palestina).
Matera es la ciudad preferida de todo director de cine que vaya a filmar períodos históricos comprendidos entre finales del siglo a.C y el principio del siglo d.C. Tanta es así su fama, que allí se han filmado decenas de películas desde 1964.
Fue imposible conocer muchas cosas en un día, pero nos concentramos en una parte de sus dos barrios, los “Sassi”, que no se parecen a ningún otro lugar del planeta: laberinto de callejuelas, casas excavadas en la piedra caliza, monasterios e iglesias rupestres. Sus iglesias rupestres ya son de otra dimensión. El lugar está tan bien conservado (y “sus partes nuevas”) que uno se puede imaginar la vida de aquellos siglos muy fácilmente. Con todas sus luces y sus sombras.
No me quise imaginar Matera en invierno, mucho menos cómo habría sido en el siglo I, d.C. ¡Paso de largo! 😂



Como último punto, antes de regresar, pasamos por Taranto. Una ciudad inmensa, ordenada y con una gastronomía envidiable, sobre todo en el rubro de pescado. Para Pomodoro Food estoy preparando unos artículos especiales sobre todo lo que comimos, los vinos que probamos y los precios que nos encontramos.



Llegamos a la conclusión que debemos repetir este viaje para llegar a Alberobello, una pequeña ciudad de mediados de la Edad Media, con edificaciones construidas con piedra seca, sin morteros, llamadas Trullos.
Esta semana
El miércoles comienza el segundo mes de la primera temporada del pódcast Al Gusto y al Dente. Este día hablaré de algo que ya les había mencionado en algún boletín anterior: el sonido. El episodio #6 viene con un obsequio, lo adelanto por aquí para que me acompañen ese día y me den sus opiniones.
Adelanto…
Si estás suscrito a mi boletín de Substack y te gustó este episodio, respóndeme de vuelta este boletín “Mándame mi menú” y te mando un pequeño menú para una cena entre amigos. La elección de la música te la dejo a ti.
Y si no eres uno de mis suscriptores de Substack, y te llegó esto por casualidad, suscríbete para estar al día con mis boletines y los episodios del Pódcast. (Yo me encargo de mandarte el menú a tu correo).
Espero me disculpen el pequeño atraso en el envío del boletín, y también espero escucharlos, leerlos o verlos en el próximo episodio.
Que tengan una feliz semana…
Un abrazo,
Cinzia
PD: tengo como norma jugar un Enalotto en cada ciudad que visito (nunca se sabe) y me gané 12 euros… Para la próxima jugada espero que la Enalotto recuerde los ceros a la derecha… 😂
No me quejo, era broma.